Este fue mi primer libro auto-publicado.
Se trata de un conjunto de microrelatos que versan sobre temas escabrosos donde
están presentes el diablo, la muerte, el destino, catástrofes mundiales, viajes
espaciales hacia lo desconocido, diosas mitológicas, y sobre todo fantasmas y
entes sobrenaturales.
Un libro para tener en la mesilla de
noche, y disfrutar de la magia de los microrelatos, historias muy cortas pero
que te harán pensar.
13 Cuentos Misceláneos:
-El Guardián del Infierno
-El Sueño de la Muerte
-La Eterna Búsqueda
-Alba
-Velos
-Pasos
-Naturalizar
-Finis Mundi
-Por el Amor de Venus
-Del Olvido a la Leyenda
-Oscura Sugestión
-La Camarera del Folies Bergère
-Agujero Negro.
Os podría contar alguna anécdota sobre
ellos, como por ejemplo que el primer relato, “El Guardián del Infierno” lo
escribí con trece años, que “Naturalizar” está basado en una carta del juego de
“Magic”, o que “La Camarera del Folies Bergère” fue una narración que hice
cuando estudiaba Cinematografía y Guión de Cine y TV.
Otro de ellos “La Eterna Búsqueda” lo
he tomado como punto de partida para mi siguiente novela, una historia que
trata sobre reencarnaciones.
Sé que el microrelato está muy
infravalorado, pero no hay mejor manera de empezar que hacerlo con la
composición de obras cortas, buscando llamar la atención del lector y a la
vez plasmar una moraleja clara y que haga pensar.
Una de
las joyas reinantes en el mundo del relato fue y lo sigue siendo, “Las Mil y
Una Noches”, cuya protagonista, Serezade, es una cuentacuetos que se vale de
sus historias para salvar su vida del sultán que pretende matarla al amanecer,
pero ella siempre deja a la mitad sus cuentos para alargar su vida un día más.
En cada
época y en cada país ha habido una serie de “cuentacuentos” estrella:
En Grecia
tenían las Fábulas de Esopo.v(Si VI Y VII A.C)
En India
el Pancha-Tantra(200 A.C.) Escrito en sánscrito y tomando algunas de las
fábulas de Esopo.
En
Francia, en el siglo XVII, estaba el fabulista Jean de La Fontaine por un lado
y por otro Charles Perrault y su libro “Los Cuentos de Mamá Oca”, el cual dio
origen a un nuevo género, los cuentos de Hadas.
En
Alemania, en el siglo XIX, los Hermanos Grimm con Blancanieves, Cenicienta,
Juan sin miedo, Pulgarcito, La Bella Durmiente, Hansel y Gretel. . . También en
el género del cuento de hadas.
En los
Estado Unidos, dos grandes figuras, una de principios del siglo XIX y la otra
de finales del XIX principios del XX, son Edgar Allan Por y H.P. Lovecraft. Ya
parece ser que se pasa de moda el género de Hadas, y estos dos maestros se
vuelcan en el género de Terror, misterio e incluso la ciencia ficción.
En España
tampoco nos quedamos atrás. Tenemos por un lado en, en la Edad Media, “El Libro
de los Ejemplos del Conde Lucanor y Petronio”, o “El Conde Lucanor” de toda la
vida, del Infante Don Juan Manuel. Una parte del libro está compuesto de 51
ejemplos o cuentos, muchos de ellos basados nuevamente en las fábulas de Esopo.
En el XIX
Gustavo Adolfo Bécquer, que iba para pintor, por herencia paterna, hasta que
decidió dejar su Sevilla natal y mudarse a Madrid para ver si hacía fortuna con
sus leyendas. Autor 100% representativo del Romanticismo español. Sus leyendas
son más bien del género de terror de aquella época, y gracias a muchas de sus
historias logró dar un protagonismo a la ciudad de Toledo, que ya perdió cuando
se traspasó la capital a Madrid. Él iba muchas veces de Madrid a Toledo para
que la ciudad le inspirara.
No hacía
precisamente relatos cortos, ya que era muy descriptivo. No le sucedía como a
Tolkien, que para describir una piedra del camino se extendía tres hojas, pero
casi.
Y luego,
más cercanos a nuestro tiempo estaban Max Aub y sus cuentos mejicanos, y Ramón
Gómez de la Serna, cuyas Greguería han llegado a ser denominadas también como
microrelato.